- El asociado y Presidente del Comité de Edificación e Infraestructuras del IIE José Mª Pérez Revenga habla sobre la importancia de la ingeniería frente a desastres naturales
- Los efectos de las avenidas de agua vienen de la falta o mal diseño de drenaje de las infraestructuras o de la falta de gestión de cauces, barrancos y ramblas
El papel de la ingeniería que mitigue o evite catástrofes como la ocurrida el pasado 29 de octubre, en este caso en el Levante español, es muy importante y son los ingenieros quienes conocen la problemática de grandes avenidas, sus consecuencias y posibles soluciones.
Estas se pueden basar en determinados tipos de actuaciones que prevengan los desbordamientos de ríos, barrancos y ramblas. Una de ellas serían las de carácter preventivo, es decir, programar periódicamente un mantenimiento de los activos que pueden dar lugar a una catástrofe, aumentaría la fiabilidad y seguridad. Otro tipo de actuaciones serían las predictivas, programadas en función de los activos y basada en el estado actual de funcionamiento de un cauce y no en estadísticas.
A lo largo de nuestra vida profesional los ingenieros hemos asistido, por desgracia, a desastres y catástrofes como lo acaecido en Valencia y sus zonas limítrofes, y de ello la ingeniería ha sacado determinadas conclusiones que pueden servir para mitigar y/o evitar dichos sucesos.
Este colectivo siempre ha puesto a disposición de la ciudadanía y de las administraciones todo su interés y sus conocimientos, que pueden paliar o evitar dichos sucesos, aunque a veces temas económicos o políticos han dado al traste con las soluciones planteadas por los técnicos.
Técnicamente, los efectos de las avenidas vienen por falta o mal diseño de «drenajes en las infraestructuras» o por la no «limpieza de cauces, barrancos y ramblas» que eviten el arrastre y la acumulación de objetos (naturales o no) al paso de las aguas por las infraestructuras y encauzamientos.
Importante también es hacer notar que muchas edificaciones se construyen al borde de los cursos naturales o de los encauzamientos, lo que en el instante de una avenida de grandes dimensiones da lugar a que las zonas bajas de las edificaciones se aneguen y existan los problemas vividos en muchas ocasiones.
Ateniéndonos a lo anterior, una parte de las conclusiones de la ingeniería, indica que la formación de pequeñas presas o azudes en los ríos son elementos mitigadores de las aguas incontroladas cuando llega una gran avenida o gota fría, en el levante español no hay año que, en los meses de octubre y noviembre, no ocurra lo de este año con mayores o menores repercusiones de pérdida de seres humanos, enseres y propiedades.
La presencia de dichas estructuras hidráulicas hace que la corriente de los cauces se regule en capacidad y velocidad, y el agua discurra a lo largo de los cursos medios e inferior más controladas, lo que si bien, en determinados casos, puede no evita el desbordamiento, sus consecuencias son menos desastrosas y se pueden aún mitigar, más disponiendo en las partes bajas de las edificaciones protecciones como ocurre cuando se anuncia un tornado en Estados Unidos.
Otra de las partes importante de las conclusiones son el mantenimiento preventivo de los ríos, ramblas barrancos y la limpieza de los bosques cercanos a los mismos.
Su planificación y ejecución es muy importante para mantener el cauce lo más limpio posible para garantizar que en las avenidas las consecuencias sean las mínimas posibles.
Estas tareas rutinarias se llevan a cabo independientemente del estado de funcionamiento actual, es decir, si los cauces funcionan bien o no. Además, las medidas se pueden determinar por tiempo y siguiendo los parámetros estadísticos de las cuencas y cauces (ríos, barrancos y ramblas).
Igualmente, otra de la parte importante de las conclusiones es verificar aquellas zonas que pueden sufrir este tipo de sucesos, el dimensionamiento, aguas arriba, de las infraestructuras de paso del agua sobre los cauces para ampliarlos de ser necesario y/o limpiarlos para que no se obstruyan al paso del agua que arrastrará, en caso de avenidas o gota fría, todo tipo de materiales, lo que conformaría una presa que bien se desbordaría o en el peor de los casos, reventase y complicaría la inundación.
Por último, es importante no realizar edificaciones cercanas a los cauces, para ello los responsables de los pertinentes permisos han de tener en cuenta todo lo anteriormente comentado y, al menos, guardar dos franjas, una a cada lado de los cauces, de una anchura suficiente que garantice que en caso de ciertas avenidas –no es el caso que nos ocupa pues esta gota fría ha sido excepcional– se mitiguen los daños humanos y materiales.
Con estas notas queremos dejar claro que la ingeniería siempre está presente en el desarrollo nacional y en la mejora de calidad de vida de los ciudadanos, actuando siempre a su favor, y pone su conocimiento y esfuerzo en diseñar y construir nuevas infraestructuras, así como mantener y gestionar las existentes.
La ingeniería recoge a los profesionales de las ramas de aquella que unidos e interconectados pueden lograr un futuro mejor y más sostenible para todos y que tienen en cuenta nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.