- La DANA más catastrófica del siglo: ¿se pudo mitigar su impacto?
- Es necesario invertir en la mejora y mantenimiento de las infraestructuras para proteger a nuestras comunidades y recursos
Madrid, 31 de octubre – La Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil desea expresar su más profundo pésame a los familiares y personas cercanas a las víctimas de la DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha. La pérdida de vidas humanas es un dolor que se siente en toda nuestra sociedad, y nuestros pensamientos están con quienes sufren en estos momentos difíciles.
El recorrido de las aguas inundó numerosas localidades, comenzando en el interior de la provincia de Valencia, desde la comarca de Utiel-Requena, pasando por Chiva y Cheste, hasta municipios costeros como Torrent y Paiporta, que son los más afectados. La magnitud de esta tragedia recuerda a la riada del Turia en 1957, que dejó un balance de 300 víctimas mortales. Sin embargo, las posteriores obras de ingeniería del Plan Sur, de trazado de un nuevo cauce para el río Turia a su paso por Valencia y la construcción del embalse de Forata, han logrado mitigar una parte importante de los daños, evitando que la capital fuera sepultada bajo las aguas.
A pesar de la magnitud del desastre, es fundamental reconocer el papel decisivo que las infraestructuras y la ingeniería han jugado en la contención de sus efectos. El desvío del cauce del río Turia ha sido determinante para salvar la ciudad de Valencia, mientras que el embalse de Forata, en el río Magre, ha ayudado a laminar la avenida en las zonas de La Alcúdia, Algemesí y Sueca.
Importancia de las infraestructuras y el mantenimiento de cauces
La DANA de esta semana ha puesto de manifiesto la importancia de realizar un adecuado mantenimiento de las infraestructuras hídricas y los cauces naturales para la prevención de desastres. Este temporal ha demostrado cómo la acumulación de residuos sólidos, vegetación y sedimentos en los cauces ha reducido drásticamente la capacidad de desagüe, agravando los efectos de las lluvias intensas. Esta situación se debe a la falta de medidas de limpieza y mantenimiento de cauces dentro de los actuales planes hidrológicos.
Las infraestructuras de drenaje y contención, como embalses, canales y presas, desempeñan un papel crucial en el manejo del agua, pero su eficacia depende del mantenimiento periódico y de la adecuación de los cauces fluviales. En este temporal, estructuras como el embalse de Forata evitaron que los daños fueran mayores, salvaguardando áreas densamente pobladas, como la Ciudad de las Ciencias y el Hospital La Fe en Valencia.
Sin embargo, el riesgo de inundación se vio intensificado en otras zonas debido a la falta de limpieza de ríos y barrancos, lo que provocó desbordamientos y acumulación de agua en puntos críticos. Estos fenómenos exigen una revisión urgente de los planes hidrológicos actuales y la implementación inmediata de acciones preventivas de limpieza y conservación.
Desde la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, hacemos un llamamiento a las administraciones y a la sociedad en general para que se implementen políticas que fortalezcan nuestra capacidad de respuesta desde la perspectiva técnica de los profesionales ante fenómenos climáticos extremos. Es crucial que se invierta en la mejora y mantenimiento de nuestras infraestructuras para proteger a nuestras comunidades y recursos.
Reiteramos nuestro compromiso de contribuir al desarrollo de soluciones de ingeniería que no solo respondan a las necesidades actuales, sino que también garanticen la seguridad y el bienestar de las futuras generaciones.
La Asociación de Ingenieros de Caminos
Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil fue creada en 1903 para representar a sus miembros en toda clase de actuaciones y fomentar su unión y espíritu de colaboración. Tiene carácter privado y dimensión de ámbito nacional, formando parte del Instituto de la Ingeniería de España.