El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil han celebrado la jornada técnica ‘Los retos del agua en España: la acción es necesaria’, que tuvo lugar durante los días 26 y 27 de marzo en la sede de la institución colegial en Madrid (calle Almagro, 42).
En la inauguración, estuvieron presentes Manuel Menéndez, Director general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica, acompañado el presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Vicent Esteban Chapapría y por el presidente del Colegio, Juan A. Santamera.
Manuel Menéndez señaló que “la transición ecológica tiene que garantizar el medio ambiente sin menoscabar el desarrollo económico y social. La actual Ley de Agua reconoce la unidad de cuenca hidrográfica y la compatibilidad de la gestión pública del agua con la gestión de la naturaleza, haciéndolo no solo compatible con el medio ambiente, sino también con la ordenación del territorio”.
El director general del Agua hizo un repaso a los principales retos de su departamento: masas de agua –superficiales y subterráneas-, desalación, inundaciones, presupuesto… En su opinión, “en torno al 45 % de las masas de agua no alcanzan el buen estado. El objetivo es reducir este porcentaje en 2021 al 27 y al 30 % en las superficiales y subterráneas, respectivamente. En algunas de ellas hemos renunciado a que cumplan el buen estado y aplicaremos objetivos menos rigurosos”.
Manuel Menéndez también se refirió a la cantidad de agua con la que contamos. “En la actualidad, hay tres cuencas españolas con un índice de explotación por encima del 50 %, lo que es considerado como estrés hídrico. La más conocida es la cuenca del Segura, con un déficit de 400 hectómetros cúbicos al año. En total, contamos con una demanda de 6.000 hectómetros cúbicos al año, que no se puede reducir. Disminuir el regadío es difícil, porque la economía en estas regiones depende de ello”.
Respecto a las técnicas de desalación y reutilización, el director general del Agua señaló que su “alto coste hace muy difícil su uso”. También ha querido referirse al fenómeno de las inundaciones. “En la actualidad, hemos identificado que unos tres millones de españoles viven en zonas de riesgo, en zonas urbanas consolidadas. Con esta realidad solo podemos esperar a que los planes urbanísticos no sigan evolucionando en ese sentido e informar al consumidor en colaboración con el Colegio de Aparejadores”, ha manifestado.
“Todo esto se está agravando con el cambio climático y así lo podemos ver en los estudios del Cedex sobre la disminución de escorrentía en España, entre un 13 y un 24 %, y en algunas zonas esto es aun mayor. Esto nos impone retos a los ingenieros de Caminos. Retos en el diseño de infraestructuras, habrá que ir a mayores periodos de retorno o cambiar nuestros métodos”, ha añadido.
Por último, destacó que “los retos son complejos, de un gran magnitud, y exigen estabilidad. La mayoría de las respuestas no se pueden poner en práctica en un año. En una legislatura no podemos llevar a cabo lo que se plantea en un plan hidrológico”.
Por su parte, Juan A. Santamera destacó que nuestra “profesión que está muy implicada con un Ministerio que es clave y vital para el futuro de todos y, desde luego, para el conjunto de la sociedad.”. Asimismo, Santamera abogó por “actuar sobre la mayoría de los elementos relacionados con el medio ambiente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la transición ecológica: agua, energía, cambio climático, costas, urbanismo, movilidad y ciudades sostenibles. Y que está dispuesta a participar en la movilización necesaria para minimizar los efectos adversos del cambio climático y, por supuesto, en la imperiosa adaptación a algunos de sus previsibles efectos”.
Para el Colegio y para el conjunto de la profesión, “esta jornada surge de la necesidad, sentida por el Ministerio y la profesión, de analizar los retos del agua en cuatro grandes temas: las sequías, las inundaciones, la depuración-reutilización y los planes hidrológicos. Retos afectados directísimamente por el cambio climático y los fenómenos extremos, y que es necesario proyectar hacia el futuro para realizar las acciones necesarias en la gobernanza del agua”, ha afirmado.
Finalmente, Vicent Esteban Chapapría puso el foco en que “los ingenieros de Caminos ofrecemos soluciones y, por eso, nos planteamos hablar de los retos del agua como uno de los temas cruciales”. En su opinión, es necesario “intensificar la actividad y reinventarnos. El agua es uno de los sectores que mayor adaptación requiere, un elemento imprescindible para la vida, y requiere de un uso sostenible”.
En su intervención destacó que “la acción sobre este recurso no debe depender de los gobiernos de cada momento, sino que debe ser una acción sostenida en el tiempo. La humanidad está amenazada por la escasez del agua y la Agenda 2030 es un instrumento imprescindible para la correcta gestión de este recurso , en varios de sus objetivos. Alcanzar los ODS no es fácil. Por eso hay que contribuir con una sociedad civil participativa y comprometida, además de con nuestros profesionales. La gestión integrada del recurso hídrico permite afrontar los retos del agua”.
“La inacción no es una opción. Hay que avanzar hacia la sostenibilidad alimentaria, garantizar la seguridad hídrica y apostar por soluciones sostenibles”, concluyóo.
La segunda jornada sobre ‘Los retos del agua en España’ comenzó con la presentación del vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, José Polimón, quien hizo un resumen de las conclusiones del día anterior.
Posteriormente, tomó la palabra Josefina Maestu, asesora de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, quien en su intervención se refirió los principales retos que hay en la gobernanza del agua y ha abogado por “su modernización, trabajo en el que llevamos inmersos los seis últimos meses”. En su opinión, “los actores son decisivos en esta modernización. El Colegio es parte de la gobernanza del agua. Pero más allá de las estructuras formales de organización, hay que tener en cuenta también las informales”. También añadió que “esas estructuras desarrollan unas funciones que tienen que estar relacionadas entre sí y bien desarrolladas; si no, la gobernanza no funcionará correctamente”. Dentro de la gobernanza del agua destacó once ejes, entre los que destacan “la reforma y fortalecimiento de la administración del agua, la coordinación interadministrativa, la fiscalidad y financiación, la reforma del régimen concesional, la gobernanza de las aguas subterráneas y la mejora de la relación con la ciudadanía, entre otros”.
Alberto Fraguas, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Tierra, desgaranó las líneas marco de la transición hidrológica. En su opinión, “la biodiversidad es clave en el ciclo, pero no lo hemos considerado en sus justos términos. Los informes son cada vez más preocupantes y es necesario reorientar las prioridades”. “La biodiversidad sirve para estabilizar los ecosistemas, como garantía para disponer de recursos y para restaurar los espacios de los ríos, con el objetivo de atenuar los riesgos”, manifestó.
Por parte del Colegio participó Ramiro Aurín, en calidad de miembro del Comité de Agua, Energía y Cambio Climático, quien apuntó que “para los ingenieros de Caminos el cambio climático es un proceso de adaptación, para construir un mundo nuevo”. En su intervención también se refirió al ciclo urbano y abogó por “consensuar las decisiones que se tienen que tomar en torno a este asunto. La revolución tecnológica hay que consensuarla, respetando las competencias que deben estar presentes en él”.
Para Alberto Fernández Lop, de WWF España, “es necesario armonizar la política de desarrollo rural con los objetivos de planificación hidrológica y asegurar que las políticas de gestión del agua no sean subordinadas a las de desarrollo agrario y rural”. Para ello, manifestó la necesidad de “frenar y revisar los nuevos regadíos, analizar su viabilidad y sus afecciones a las necesidades de los ecosistemas, la garantía a los usos existentes y a otros usos convencionales o no”.
El último en intervenir en esta mesa fue Samuel Moraleda, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Durante su participación, expuso los principales retos del régimen concesional en el ámbito del Guadiana. En primer lugar, “es necesario resolver, en un tiempo prudencial, las concesiones solicitadas. La realidad agropecuaria y el régimen concesional están en caminos paralelos. En segundo lugar, hay que tener en cuenta la fiscalización de las concesiones; y, por último, hay que tener el mismo régimen para aguas públicas y privadas”, señaló. Para ello, abogó por “dotar de más medios a los organismos de cuenca y modificar el procedimiento de concesiones”.
La segunda mesa estuvo presentada por Antonio Burgueño, presidente del Comité de Actividades del Ingeniero en la Planificación de Spancold. En esta introducción, afirmó que “el cambio climático nos empuja en un determinado sentido, pero tenemos que saber cómo llegar a él. Para lograrlo, es necesaria la participación de todos, la trasparencia de los procesos, la rendición de cuentas y que las decisiones sean tomadas a partir del conocimiento”.
Antonio Fanlo, catedrático de Derecho Administrativo, criticado “las interpretaciones que se hacen de la Directiva proponen una metodología de aproximación de procedimientos y unos resultados, que resulta complicado obtener por la diversidad de entornos que tenemos. La normativa de aguas tiene muchas contradicciones en su procedimiento, derivada de antecedentes muy diversos”. En su intervención también señaló que “sin obras no hay agua, al menos con garantías. Es necesario adecuar la Directiva a nuestra realidad. Hemos mejorado en tecnología, pero la directiva marco del agua no ha contribuido a la mejora del medio ambiente, sino que ha supuesto más burocracia. En nuestra sociedad esto es un despropósito”.
El siguiente en intervenir fue Alejandro Zarzuela, director técnico y de Innovación Tecnológica y responsable de I+D+i de Acciona Agua, quien ofreció su visión de los retos tecnológicos de la gobernanza del agua. Para él, los principales objetivos se encuentran en abordar “el abastecimiento, la depuración, el fango y la digitalización”. Uno de los puntos clave de su exposición fue la obsolescencia de las instalaciones y conducciones. “Para todo esto se necesita dinero y por ello es muy necesaria la inversión privada. Es necesario aumentar la masa crítica de los asuntos a financiar, con garantías legales y garantía de cobro”, manifestó.
Andrés Guerra–Librero, de AEAS, señaló que hay “crear y tecnificar la red aumentando la eficiencia en los servicios, para no perder agua y conciencia ambiental que ya se intenta introducir a los ciudadanos para que tengan en cuenta que el recurso agua es un bien escaso, que hay que preservar”. Además, abogó por la necesidad de seguir publicando “un Estudio Nacional de Suministro de Agua y Saneamiento, que da información a los operadores porque pueden compararse con algo y saber en qué áreas pueden mejorar”. También anunció un proyecto de valor patrimonial y necesidades de inversión en las infraestructuras del ciclo urbano del agua. Este informe se divide en tres etapas: “valoración de infraestructuras, cuantificación monetaria y establecimiento de criterio de renovación”.
Para Manuel Marchena, presidente institucional de AGA, “el éxito de la gestión del agua está en la visión empresarial que se tiene. A través de la tarifa, las empresas se tienen que buscar la vida para regularizar costes, mantener el equilibrio financiero y desarrollar tecnología de primer nivel mundial. Estamos ante una ecuación compleja de gestionara que se ha solucionado con éxito en el siglo XX, teniendo en cuenta el bajo coste del agua en España. Aquí está en 2 euros por 1.000 litros de agua, cuando en algunos países europeos puede llegar a los 9”. “Ese éxito del siglo XX puede convertirse en fracaso, si no invertimos en la renovación de infraestructuras”, concluyó.
Por su parte, Juan Valero, de Fenacore, señaló que “hay que tratar el agua como un tema de Estado, lo que implica sacarlo de la agenda política, estableciendo consenso en ella. Hay que reforzar el papel del estado en los temas del agua, que es dominio hidráulico estatal”. También afirmó que “es necesario avanzar en la gestión de las demandas y cambiar costumbres. Se ha avanzado de manera espectacular, casi el 80 % está modernizado. Han participado las administraciones públicas y los regantes”, apuntó.
Para concluir, Gonzalo Delacámara, director académico del Foro de la Economía del Agua, manifestó que “la política de agua viene marcada por hitos como los decretos de lucha contra la sequía. Esta es una de las debilidades de la gobernanza, no estamos orientados a la anticipación, sino por la reacción”. “Es necesario entender que el agua solo se puede enfrentar con enfoques transdisciplinares. Para ello, tenemos que reconocer que las brechas fundamentales no son financieras ni tecnológicas. Está en la gobernanza, en la gestión de la complejidad”, comentó.
La sesión vespertina comenzó con un panel centrado en las visiones sobre retos de adaptación al Cambio Climático y retos de Gobernanza, compuesto por usuarios y agentes interesados. El moderador fue Alejandro Maceira, de iAGUA, y participaron Andrés del Campo, presidente de FENACORE; Pedro González, director de Regulación de AELEC; Antolín Aldonza, presidente de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA); y César Lanza, del Comité de Agua, Energía y Cambio Climático del CICCP.
Alejandro Maceira señaló que el balance de la gestión del agua es positivo en España: “Tenemos 45 millones de habitantes y 80 millones de turistas y somos capaces de dar servicio, además debemos de estar orgullosos de la administración, lo que no quiere decir que no haya cosas por hacer”. Sin embargo, “no nos podemos olvidar del cambio climático, primero del impacto y luego de la adaptación”, añadió. Por tanto, “necesitamos mejorar la gobernanza y que se sitúe a la seguridad hídrica como una prioridad en este contexto de cambio climático, para que los ciclos del agua puedan desarrollarse sin problema en los próximos años”.
Del Campo aportó la visión de la comunidad de regantes y aprovechó para recordar a los asistentes que “la reducción de los recursos hídricos naturales aumentaría la demanda de riego y un aumento de la temperatura por lo que las cuencas hidrográficas sufrirían mayor estrés hídrico”. Esto hará necesario tener más infraestructuras de agua almacenada y el desarrollo de la biotecnología: “Hay que estar preparados y hacer las cosas bien”. Explicó cuáles son los efectos del cambio climático en los cultivos –en zonificación, productividad, nuevo mapa de cultivos– así como la respuesta que se ha dado en España para su mitigación: “Se han hecho esfuerzos muy importantes, tanto desde la administración como por parte de los agricultores, en materia de modernización, lo que ha dado lugar a una reducción de los consumos de agua, pero ahora el caballo de batalla es la energía”. Y añadió: “Hay que producir más y mejor para que la producción sea sostenible en el tiempo con el condicionante de tener cada vez menos tierra y agua per cápita en el mundo”.
Antolín Aldonza quiso poner el foco en la acción: “La importancia del agua es innegable, pero todos somos complacientes con la situación”. En su opinión, se hace poco desde la política. “La situación actual en España es fácil de revertir porque tenemos un conocimiento profundo de los problemas, magníficos profesionales, sabemos lo que es la escasez de agua, sabemos cómo gestionarla… Tenemos comunidades de regantes, así como cuencas hidrográficas… Tenemos que devolver el agua a su esencia, hay que librarla de afanes partidistas”. Y abogó por un pacto nacional por el agua. Según sus palabras, los pilares que sostienen la gestión del agua son la planificación, la inversión, la I+D+i y la educación: “El agua tiene que tener un precio real por lo que tiene que estar bien planificada y educar a la gente. La innovación y la planificación van de la mano, la necesitamos para que nuestro patrimonio hidráulico no quede anticuado y, además, conseguir ahorrar agua y tener agua de calidad, con un desarrollo sostenido y sostenible”.
César Lanza se centró en el ámbito de la energía, aportando su visión sobre el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima): “De gran importancia porque va a ser el núcleo del discurso político, ya que se trata de un instrumento de gobernanza exigido por la UE”. Su puesta en práctica requerirá un desarrollo legislativo importante en los próximos años y, en su caso, una inversión considerable, de aproximadamente 200.000 millones de euros): “Es muy importante para nuestra profesión y para todos los agentes implicados, tiene una vocación muy significativa a tener en cuenta”. Puso de manifiesto dos cuestiones sobre agua y energía: el desarrollo evolutivo de la energía hidroeléctrica –el plan no plantea desarrollos nuevos salvo en el caso de las centrales reversibles– y la problemática energética del ciclo urbano del agua –el plan apoya al biogás, incluso su upgrading a BGN, pero no aborda el problema de las plantas desalinizadoras–. “El plan es mejorable en materia de agua y energía lo que se conseguirá si se movilizan los actores hidráulicos”, concluyó.
Finalmente, Pedro González recordó los compromisos del acuerdo de París que cambian toda la lucha internacional contra el cambio climático: “Son retos muy ambiciosos, a los que se han acogido 195 países y tienen vocación de durabilidad”. La UE pretende liderar la descarbonización: “La electricidad será una de las protagonistas en este proceso”. Por ello, vamos hacia un nuevo sector eléctrico: con más energías renovables, un papel activo del consumidos, nuevos usos de la electricidad, digitalización de las redes y manteamiento de la seguridad del suministro. “Hay que electrificar la economía”, apuntó. Y añadió que la presencia HE continuará sumando importancia, “con un papel destacado del bombeo”.
La última mesa del día ha contado con representantes políticos, moderados por el periodista y director de la ROP, Antonio Papell; con Manuel González por el PSOE, María Teresa de Lara por el PP, Miguel Carpintero por CIUDADANOS, Juantxo López de Uralde por PODEMOS y Xavier Eritja por ERC.
María Teresa de Lara, desde el PP, expuso las líneas de trabajo de su partido en materia de agua: “Debemos trabajar con el principio de precaución, anticipación y adaptación al cambio climático”. Enumeró cuatro ejes principales de acción: prestar mayor atención a los déficits hídricos (con medidas de ahorro y uso eficiente de agua), buscar el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados, mejorar la gestión del riesgo por inundaciones y revisar la gobernanza en materia de agua. Asimismo, desde el grupo popular abogan por un mejor manteamiento de infraestructuras de agua, realizando mayores inversiones e impulsando técnicas no convencionales como la desalación o la reutilización.
Manuel González, por parte del PSOE, señaló que el debate del agua es de gran calado nacional: “Entre el valor y el precio del agua hay una diferencia brutal: el valor es incalculable”. El debate de envergadura resulta complicado en materia de agua: “Si cada uno de nosotros miramos a nivel partidista y a nuestro territorio, nunca vamos a llegar a buen puerto. El consenso es vital. No valoramos el agua hasta que el pozo está seco”. En este contexto de cambio climático, la transición energética debe ser una oportunidad: “Sabemos que tenemos una realidad, podemos tener muchas infraestructuras necesarias, pero si no tenemos agua no sirven para nada. También necesitamos seguridad jurídica de cara a tener garantías de agua”.
López de Uralde, por parte de Podemos, puso en valor el uso del agua del Canal de Isabel II, “es un bien público, por lo que su gestión debe ser pública”. Y añadió: “Hay que empezar por las cosas pequeñas. El cambio climático va a ser un elemento clave y desgraciadamente de gran impacto en España: “El escenario sobre la política de agua está cambiando. No podemos seguir pensando como hace 20 años: la disponibilidad del recurso será cada vez menor”. Asimismo, “la calidad de agua es un tema que se ha dejado en un segundo plano. No podemos seguir contaminando el agua como si tuviésemos agua disponible sin problema”. Y se refirió también a las aguas subterráneas y a los pozos ilegales, actualmente un millón en nuestro país. En materia de plantas de producción de energía HE: “La concesión debería revertir a lo público”. Y concluyó: “Tenemos que cambiar nuestras prioridades: lucha contra contaminación, extracción ilegal y defesa de recurso como público bajo el principio de precaución”.
Miguel Carpintero, representando a Ciudadanos, dio unas pinceladas sobre la postura de su partido en materia de agua: “Se trata de un programa extenso, pero buscamos una renovación del proyecto para España: igualdad y seguridad para todos”. Apuntó a que “precaución, en primer lugar, a veces ha sido sinónimo de inacción” y añadió: “Para nosotros, los retos del agua son una oportunidad para ponernos a la vanguardia de tecnología, como motor de crecimiento y empleo. De esta manera, la economía en el futuro será sostenible o no será”. Abogó por aumentar la inversión en innovación y continuar trabajando para el cumplimiento de objetivos europeos en referencia a la calidad del agua.
Eritja, de ERC, explicó que el contexto actual contempla un aumento de la temperatura, una disminución de aportaciones, así como sequías e inundaciones: “Antes los retos, la gobernanza actual no suficiente”. Manifestó que “el estrés hídrico se debe a la gestión y mala planificación”. Además, “la transparencia en la gestión es importantísima, así como la gestión integral del agua”. Se refirió al reconocimiento de nuevos usos del agua y a un modelo de gestión colectiva. Hay que atender a las aguas subterráneas y los regadíos ilegales; también a los acuíferos, “reservas importantes de agua en tiempos de sequía” y abogó por la creación de comunidades de usuarios de aguas subterráneas. El cambio climático demanda una reforma de los organismos de cuenca desde la convivencia pública participativa, una gobernanza colaborativa y de ecosistemas acuáticos, la digitalización en el registro de las aguas, más transparencia y participación ciudadana: “Tenemos que desarrollar la legislación para adaptar y flexibilizar retos de estrés hídrico que se van a acentuar con el cambio climático”.
En el acto de clausura han estado presentes Manuel Menéndez, director general del Agua, acompañado por el presidente del Colegio, Juan A. Santamera, el presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Vicent Esteban Chapapría, así como lo vicepresidentes de ambas instituciones, José Polimón y Tomás A. Sancho.
Manuel Menéndez ha señalado que “en España tenemos principios de gestión de agua casi centenarios, totalmente válidos, pero hay que adaptarse a los tiempos”. Ha planteado el contexto de cambio climático actual, “lo que supone desafíos importantes con unos cambios lógicos que tiene la sociedad, a nivel de tecnología, economía, sociedad… Hablamos de retos importantes para los que necesitamos medios”. Por su parte, Juan A. Santamera, para concluir ha querido poner sobre la mesa un tema que considera fundamental como es la sinergia entre agua y el medio forestal.
Vicent Esteban Chapapría ha expresado su satisfacción por la celebración de estas jornadas y lo acertado de su lema: “Tenemos regulación pero hay que actuar”. Y ha añadido que los ingenieros se encuentran inmersos en una nueva situación de globalización y cambio climático, con un aumento de competitividad y un imparable proceso de digitalización, por lo que hay que aprovechar esta situación para seguir innovando, en ideas y tecnologías”. Para finalizar, ha emplazado a los asistentes a una jornada que se llevará a cabo el próximo 11 de abril en la sede de la Asociación sobre sistemas de drenaje urbanos sostenibles.
El vicepresidente del Colegio, José Polimón, ha puesto el foco en la inacción de la Administración y ha puntualizado que el problema no está en la calidad de los profesionales. “Las confederaciones hidrográficas están cada vez más descapitalizadas técnica y humanamente, por lo que requieren de un mayor apoyo técnico, humano y financiero”. Con conclusión, ha planteado la importancia del tema del agua “que no termina de ser asumida por la administración”. “los problemas están identificados, pero hay que actuar”, ha puntualizado.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación, Tomás A. Sancho, ha realizado unas conclusiones de la jornada:
- El agua debe ser cuestión de estado, debe de estar presente en el gobierno; y hay que tener en cuenta el medio rural, no solo cuestión de las ciudades.
- Hay que atender a la resiliencia del sistema ante el cambio climático: gestión sostenible de agua, actuaciones contempladas en cuenca, avanzar a sistemas integrados de agua, ejecutar infraestructuras que aumenten las garantías de satisfacción de demandas de agua así como impulsar desalinización o reutilización. El Plan DESEAR debe ser prioritario. Hay que mejorar la eficiencia energética en instalaciones y movilizar recursos en regadíos, atender a los diversos usos así como a las obras de interconexión para intercambio de derechos.
- Los embalses juegan un papel vital: es necesaria la instrumentación de medios para garantizar su seguridad y mantenimiento. En materia de presas, se requieren nuevas inversiones de adecuación y conservación.
- También reclamamos acabar con obsolescencia en el ciclo urbano del agua.
- Es necesario el refuerzo de las CH y organismos de cuenca para su gestión eficaz: medidas legislativas y administrativas que refuercen su gestión, nuevos profesionales, protección de responsabilidad de funcionarios, mejora presupuestaria y financiera. También se pide la colaboración entre todos los agentes: todos a una.
- Hay que incrementar la financiación tanto pública como privada
- E Invertir en investigación, desarrollo e innovación.